Algunas cosas que se ven en un gimnasio

El otro día fui a un gimnasio y estaba un señor de unos 60 años pasados haciendo su rutina. Estaba arrodillado, en posición de súplica, mientras halaba unas cuerdas hacia sí mismo, ejercitando sus bíceps. En realidad no es que su pose fuese fuera de lo común, aunque en realidad casi nunca se usar estas máquinas con poleas, sino más bien lo notorio eran los sonidos que emitía mientras lo ejecutaba. Cada vez que hacía el ejercicio emitía bufidos, gemidos y otros sonidos más cercanos a eso que llaman sexo. Esa era su forma de expresar su esfuerzo descomunal. Estaba a punto de decirle:

   - Señor, por favor, váyase a un cuarto o algo así...

Y es que en los gimnasios, cada persona tiene su estilo para tratar de darle alguna forma al cuerpo y mantenerse en forma. ¿En forma de qué? No lo sé, pero todos intentamos combatir esos kilos de más y ¿por qué no?, tambien lucir un poco más atractivos...en teoría por lo menos...
He aquí algunos de los personajes que a veces se ven por ahí, especímenes de nuestra fauna gimnástica:

El bufón:
No es el payaso, sino como ya mencioné, es aquella persona que requiere emitir bufidos, sonidos que surgen desde las entrañas, gemidos o cualquier otra clase de ruido que le proporcione a su psiquis una motivación de que efectivamente está haciendo un esfuerzo considerable, y que está de algún modo consiguiendo algún resultado.

El karateka:
Aquel que en lugar de gemidos, utiliza gritos. A veces lanza una que otra patada al aire.

El atleta del celular:
Es la persona que entre serie y serie, tarda unos 20 minutos chateando y en general se la pasa con la mirada fija en su "aparatico".

El fisicoculturista nivel avanzado:
Es aquel macancán hiperdesarrollado que es la especie única y exótica del gimnasio. Es al parecer, la única persona que ha logrado desarrollar su musculatura, y el único tipo que utiliza las pesas de más de 50 kg. Mira a los otros como bichos raros y a veces se burla disimuladamente de los flacuchos que le rodean.

La chica plástica:
Es de plástico por el material que constituyen su zona delantera y trasera. Sus asentaderas son de una tensión y rigidez "sospechosas" y sugieren que  tal vez, tal vez, no sean originales desde la concepción de su santa madrecita. Esta mujer hace muchos ejercicios para levantar la cola. Pero si la cola es un implante...¿será que el ejercicio lo ejercita?

El chico malo:
No es tan fornido como el fisicoculturista. Tiene tatuajes en sus brazos y es difícil sostenerle la mirada. Si uno lo mira unos segundos puede pensar que uno va a buscarle pleito o algo así. Su fuerte son las barras. Es por lo general flaco, pero tiene una fuerza descomunal, tal vez por un factor de resentimiento social acumulado en  su adrenalina.

El flacuchento primíparo:
Es aquel que se la pasa detrás del instructor pidiéndole que le explique el próximo ejercicio, mientras el instructor se le escabuye ya que está detrás de la chica plástica, la cual anda detrás del fisicoculturista nivel avanzado, quien a su vez anda buscando el espejo donde se mira sus bíceps.
El flacuchento primíparo, en su afán de no quedarse atrás del chico malo y el fisicoculturista, exagera un poco la rutina al principio, tratando de  levantar pesos que no puede levantar por pura física y biología elemental. Cuando no puede levantar un peso, mira disimuladamente a su alrededor y hace unos ejercicios de estiramiento o contempla el celular (léase el punto anterior de "El atleta del celular").

Corredor/a de maratón:
Es aquella persona que está en la máquina trotadora. Uno ve que está efectivamente corriendo a una buena velocidad y que pasa el tiempo, y pasa el tiempo, y pasa el tiempo....y sigue ahí, y pareciera no cansarse. Uno ya se cansa, se seca con la toalla, va al baño, hace otra cosa, vuelve uno por esos lares y esa persona sigue ahí corriendo, hasta casi que ni suda. Uno se pregunta: ¿Es un robot? ¿Será parte de la decoración del gimnasio? ¿Qué clase de monstruo es eso por Dios? ¡Llamen un médico...un psicólogo! ¡Bajen a esa persona de ahí!

El habitante del gym:
Es aquella persona similar a la anterior que uno va al gym a cualquier hora del día y siempre esta ahí. Uno va en la mañana, a ver que pasa y ahí está levantando pesas. Uno va otro día, por decir en la tarde...¡Y ahí está haciendo abdominales! Uno va luego en la noche, bien tarde...¡Y esta ahí! Y no, no es el instructor, no es la señora que hace el aseo, ni siquiera el dueño del gimnasio. Es esa persona que parece que nació por generación espontánea del sudor de alguna toalla olvidada en un casillero, y se escurrió por una rendija y nació allí. No sale de allí, no tiene vida distinta a ese espacio cerrado y sudoroso, lleno de gemidos...¡Sáquenlo de ahí! ¡Hagan algo! ¡Policía!

El viejo fortachón:
Dícese de aquel viejo que está calvo, barrigón, que uno lo ve y uno dice: - No, no esté señor ya está fuera de circulación...
Pero va uno a ver y no. El tipo levanta mucho peso, salta lazo, hace 30 de pecho. Lo que pasa es que su fisonomía y su apariencia física no lo demuestran. Eso sí el tipo suda como caballo y ve uno el mapa dibujado en sus axilas, pero que hijuemadre para tener físico. Y aparte de eso, termina su rutina y va y juega un partido de baloncesto o micro...¡Admirable! ¡De verdad que sí!

La chica del "feis"
Es la que apenas llega al gym, se toma la foto pal feis. Todos tienen que saber en Twitter, Facebook e Instagram que estan en "Modo Gym" o "Gym Time". Aún más, todos se enteran cual fue su rutina y que parte del cuerpo es la que estaba ejercitando. Los mensajes de actualización de estado son:
"Fortaleciendo mis piernas" #workinghard  Claro, es que no puede faltar el hashtag en inglés con mensajes de superación personal deportiva tipo Nike o Reebook.  #justdoit #nuncaterindas

El/la de los ejercicios exóticos:
Es aquella persona que se sabe unos ejercicios tan rebuscados, para ejercitar quien sabe qué músculo por alla escondido, para darle forma al esternocleidomastoideo o al parangancutirimicuaro o quien sabe qué músculo tan escondido o minúsculo, que la única respuesta es ese ejercicio exótico.

Y bueno...hay muchos otros especímenes, pero para que no digan que es envidia, no menciono más. Uno trata de hacer ejercicio humildemente, como cualquier parroquiano, para no dejar que la barriga se la gane, pero en mi caso, de verdad que yo lo hago por salud. Independientemente del estilo que ustedes escojan, sea risible o no, por favor, hagan ejercicio, no se queden solo en la casa rascándose la panza o viendo novelas. El ejercicio es vida, salud, les baja el estrés y mejora la circulación. Se van a sentir mejor, se los recomiendo.



Mas información de la segunda parte: SE HABLA COLOMBIANO 2


COMPRAR libros Se Habla Colombiano




Comentarios

Entradas populares