Los chismes de la Independencia
Las revistas y programas de chismes de la farsándula
criolla, son siempre la misma vaina con diferentes víctimas en cada ocasión.
¿Cómo hubiesen sido los chismes de la época de la independencia? Yo creo que
muy similares. A continuación algunas posibles habladurías de la época,
cualquier similitud con el presente es pura coincidencia:
- El virtuoso y ecuánime dirigente criollo, don Simón Bolívar, fue visto a altas horas de la noche rondando en calzoncillos la casa de la reconocida cantante de guascarrilera Manuelita Sáenz, quien posteriormente se negó a confirmar si tenía algún “affaire” con el prestigioso susodicho.
- El actual virrey de Santafé de Bogotá, don Amar Petro y Borbón sigue recibiendo múltiples quejas debido a su floja administración. Las calles están infestadas de caca de caballo, el servicio de Transmimula no dispone de suficientes bestias, y todos los contratos son concedidos a la rosca de los nacidos en la madre patria.
- El reconocido peluquero y vendedor de pelucas, don Crisanto Manofloja, oriundo de la villa de Mariquita, dice que las patillas del afamado dirigente criollo, el general Santander, ya están pasadas de moda, están “out”, y que debería hacerse un corte más moderno, estilo “lamido de vaca” o comprar una de sus pelucas de pelo de chivo.
- La famosa actriz Policarpa Salavarrieta, estuvo haciendo un arduo recorrido por varias poblaciones de nuestra patria, promocionando su nueva fotonovela. . Le auguramos lo mejor en esta nueva y feliz etapa de su vida, luego de haber salido de rehabilitación debido a los problemas de alcoholismo que la aquejaban, particularmente por su afición a “jartar” pola.
- Nos visita en estos días el honorabilísimo embajador español, don Pablo Morillo. Viene en “son de paz” y dice que es muy respetuoso de las decisiones de los nuevos dirigentes criollos. Se le conoce como el “pacificador”, por lo que le damos una muy calurosa bienvenida.
- Tremendo agarrón se libró en la casa del distinguidísimo español don Manolo Llorente . Se cree que la causa del incidente fue el rompimiento de un florero costosísimo de la dinastía Ming que pertenecía a este chapetón. Llorente acusó del percance a un tal Antonio que venía desde Villavicencio aguantándose una “fullca” impresionante y solicitó los servicios de su retrete. En medio de la prisa tropezó con el florero y se quebró. Y ahí se armó un bonche de madre y señora mía!
Nota: los hechos aquí descritos
son pura mamadera de gallo y no tienen ningún compromiso histórico.
Nota al pie: Pie, no se te olvide
echarte un poquito de talcos
Fe de erratas: ¡Uy erratas! ¡Lo
felicito, en estos tiempos de tanta incredulidad, hace falta gente como tú!
Última hora: ¡Aguas! Parece que el dizque respetabilísimo embajador
Pablo Morillo, no venía con buenas intenciones. ¡Corred por vuestras vidas!
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